jueves, marzo 30, 2006

Ha llegado

El viento sopla suavemente sobre los cerezos en flor.
Lentamente el jardín se cubre de pétalos.
Se pone el sol y el firmamento se empieza a pintar en tonos anaranjados y lilas.
Prendo los pequeños faroles del jardín y espero.
Mientras anochece, el frío desciende silencioso.
Se escucha un relincho en la distancia, y al poco rato un galope que termina frente al portón de madera.
El señor de la casa entra lentamente, como si fuera una ceremonia, con paso firme sobre el camino empedrado.
Frente a la puerta principal, se quita las botas y entra.
Ha llegado el otoño.

jueves, marzo 23, 2006

Lost in Transaction

Salgo de la ducha y me encuentro de golpe con una mucama que con cara de asombro dice algo que no entiendo. Le respondo una improvisada disculpa, casi seguro que no entiende. Me entrega una toalla limpia con la que me cubro.
Como no se va, reviso en mi billetera y le paso diez dólares de propina.

Ya van tres días seguidos en que la mucama me espera a la salida de la ducha y no se va hasta que le paso diez dólares. Pienso en reclamar al hotel, pero me averguenza solo imaginarlo.

Ayer me fui del hotel, avergonzado.

jueves, marzo 16, 2006

Re

Ah… como recuerdo a Renata. Sus ojos resplandecientes, sus rezongos, sus reparos.
Recurro a los restos de la relación que remueven mi conciencia y reparo su retrato, pero reniego su ausencia. Revivo esos días, en que recitábamos poesía, y resiento tu ausencia, y tú resientes la mía.
La realidad se desdibuja mientras retomo mis viejas redomas. De reojo, todo luce renovado, pero al menor respiro, todo se revuelve, y vuelve al mismo estado.
Regreso nuevamente al refugio. Rezo y reflexiono, más no hay redención, ni tampoco resurrección.
Reúno el orgullo remanente y algún cariño rezagado, y vuelvo a tu regazo.

jueves, marzo 09, 2006

Guerrilla

Pensé que la vida en la guerrilla era más heróica, pero hasta el momento sólo han sido mandados.
Recién llegué ayer, y hoy ya estamos moviendo el campamento. Parece que nuevamente andan cerca los soldados.
No descansamos mucho, pero tampoco nos hemos enfrentado a nadie.

El uniforme y las botas me quedan grandes, pero no me importa, porque ahora cargo un fusil. Me lo gané recibiendo una bala que iba para el capitán. Todos me miran con cara de héroe cuando paso cojeando delante de ellos.

Solo quedamos tres, estamos perdidos y ya no nos queda comida.
A morir luchando.

jueves, marzo 02, 2006

No es fácil

Estoy de pie tras una cortina.

Mientras espero, siento la presión.
Las mujeres, las cámaras, los viajes, los destellos, las drogas, las mujeres, el alcohol, los calmantes, la fama, los hoteles, oh las mujeres.
No recuerdo donde está el último lugar al que llamé hogar. Tampoco recuerdo con quién viví ahí.
Siento el calor de las luces, aún tras la cortina. El murmullo de la gente, el humo de cigarrillos, la música de fondo y la monótona voz de un presentador que me anuncia.

Se abre la cortina y me entrego a mi público.

No es fácil ser El Rey.