jueves, octubre 04, 2007

Felicidad

El sol brillaba en su pelo, rizado por la brisa del mar.

Caminaron por la playa juntando madera para más tarde hacer una fogata.
Se sentaron un rato en la arena y conversaron de muchas cosas, como si se conociesen desde siempre.
Soñaron juntos mientras, sin darse cuenta, atardecía.
Se pusieron de pie, sacudiéndose la arena de la ropa y, mientras caía el último rayo de sol, él la besó.

En ese preciso momento, supo que nunca más volvería a ser tan feliz.

Durante el viaje de vuelta no pudo volver a sonreír.

Él la llamó durante toda la semana, pero ella no le devolvió los llamados.