“No te va a doler” me dijeron. Y yo les creí. Un pequeño pinchazo a cambio de mucho dinero. Parecía el negocio perfecto y no pude rechazarlo. Me hicieron exámenes antes y después, “solo por rutina” me tranquilizaron. Cuando me empecé a sentir mal no los encontré.
Ahora lo siento dentro de mí. Siento como se mueve, a veces despacio y otras en forma violenta. Siento sus contorsiones y espasmos. Siento como crece, lentamente, en forma casi imperceptible, como si quisiera que no me diera cuenta. Siento como late, como pulsa con vida, robada por cierto, y desgraciadamente de mí.
jueves, mayo 25, 2006
Lo siento
Publicadas por Juanjo a las 10:35 a.m.
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2 comentarios:
me imagino que esa inyección es el "crecimiento" o madurez que debes adquirir cuando te vas haciendo adulto, y q muchos la confunden con dejar de reir como niños...
me ha gustado, supongo q cada uno tendra su propia interpretacion d esa inyeccion
saludos! =)
Favio
Ella no es Carola.
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