Amanece en las llanuras de África, y así nos encontramos con dos pequeñas zuricatas que han perdido a su madre. Están hambrientas, deshidratadas y una de ellas está quedando ciega. Se acercan a una poza a tratar de beber un poco de agua antes que se evapore, siempre bajo la atenta mirada de los buitres que sobrevuelan a la espera. Parece que será un día caluroso, y las zuricatas aún no encuentran alimento. A lo lejos se divisa una manada de hienas que se acerca hacia las zuricatas.
El camarógrafo guarda la cámara, se sube al jeep y se va.
jueves, junio 29, 2006
África Salvaje
Publicadas por Juanjo a las 4:59 p.m.
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