jueves, noviembre 15, 2007

Avanzada

El clarín rompió el silencio de la mañana. Acto seguido el campamento se transformó en una gran coreografía.
En menos de quince minutos el batallón estaba formado. Hacía mucho frío y solo la disciplina militar evitaba que se soplasen las manos para entrar en calor.
El capitán los llevó marchando hasta estar frente al bosque. Repasó mentalmente el pequeño discurso que había preparado para levantar la moral de la tropa, y en preciso momento en que iba a comenzar a decirlo se escuchó nuevamente uno de esos gruñidos desde el bosque.
No podría culpar a ninguno que no quisiera entrar.

2 comentarios:

Carolina Castro Varela dijo...

jajaja qué lost

saludos!

Carolina Z. dijo...

Ents?, luego me recordo esas películas que mostraban expediciones que nunca regresaron de las selvas.