jueves, abril 27, 2006

Playa

La niña juega con su balde en la arena, mientras la humedad del mar riza su pelo cobrizo. Construye castillos de ilusión, con apuestos príncipes sobre briosos corceles. Al momento siguiente, está juntando conchitas en su balde, sin más propósito ni razón que lo bonitas que son. Huye con prisa de un cangrejo y se ríe nuevamente con el sol brillando en sus ojos. Hace dibujos una y otra vez, solo para que sean borrados nuevamente por el mar.

El sol se pone y mientras los últimos rayos bañan la playa, la niña sonríe. Sonríe al sol y al mar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se por qué y para quién lo escribiste, pero eso no queda reflejado en la historia, no siento ninguna emoción al respecto.

Carolina Z. dijo...

un instante... una eternidad, creo que a mi si me llego.
bella forma para homenajear a alguien que se ha querido.