La nariz pegada al cristal de la vitrina mientras la respiración ansiosa lo empaña.
Miro esa combinación de cromo y rojo, y suspiro. Este ha sido un año seco, por lo que Navidad será solo calcetines.
Un último suspiro, una maldición contra la lluvia escasa y de vuelta a casa.
Veinte años después, nuevamente frente a una vitrina, pero ahora no es una bicicleta sino que un lujoso auto deportivo. Casualmente rojo. Esta vez no me preocupa el clima. Esta vez entro y le digo al vendedor “lo llevo”. Lo que no puedo evitar es el suspiro y el recuerdo.
jueves, mayo 04, 2006
Crecer
Publicadas por Juanjo a las 12:42 p.m.
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1 comentario:
[Habla la camila ^_-]
Mmh. Creo que una de las cosas que más cambian al crecer [entre otras, también] es el sentido de la materialidad, recuerdo cuanta ilusión me hacía cuando pequeña valerme de la generosidad de mis padres para obtener algo... Y en cambio ahora lo más claro que tengo es que puedo obtenerlo por mí misma. Buenos textos, me agradaron ^^.
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