"Levántate que vamos a la feria", le dijo su madre. El pequeño se apuró en vestirse y tomar su leche.
La feria quedaba a treinta minutos si se iban a pie. Se mantuvo en silencio durante todo el trayecto.
Pensaba en sus amigos, y en el partido de fútbol que habían jugado el día anterior. No había logrado anotar goles, pues era el más pequeño del grupo, pero no perdía la esperanza.
Sin darse cuenta ya estaban en la feria.
Intercambio de monedas, y una extraña toma su mano. Su madre se aleja llorando. Y él todavía piensa en fútbol.
jueves, octubre 19, 2006
Día de Feria
Publicadas por Juanjo a las 10:56 a.m.
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