jueves, octubre 12, 2006

Espera

Nervioso, vuelve a contar cuantos faltan para que le toque a él. Solo faltan seis. Sabía que debía haber hecho antes algo para evitarlo, pero ya era tarde.
Impotente veía como pasaban los minutos e inexorablemente la fila se acortaba.
Respiración acelerada, manos sudorosas. Sabe lo que está por venir, pero no por ello será más soportable.
Intenta pedir compasión, pero en cuanto salen las palabras de su boca, sabe que el castigo será peor.
Resignado, se levanta y toma su lugar en la silla.
Lo último que ven sus ojos son dos palabras reflejadas en el espejo: ollitsaC aíreuquleP.

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