jueves, enero 11, 2007

Tiempo de morir

Me despierta un zumbido ensordecedor, y de inmediato me doy cuenta que nos están atacando.

Cuando ya estoy en el aire, me doy cuenta de lo grave de la situación, estamos en desventaja numérica, pues el enemigo casi nos duplica.

Logramos coordinarnos lo suficiente como para repeler varias oleadas de ataques, pero con un alto costo en nuestras filas.

Después de un rato, y de varias heridas, cuando ya creo que habíamos ganado, distingo un artero ataque en curso. Con un último esfuerzo, logro evitar el ataque contra la reina y caigo, herido de muerte, al suelo de la colmena.

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