jueves, febrero 15, 2007

No tú, no ahora

“No tú, no ahora”. Eso fue lo único que se me ocurrió decir cuando lo vi de pie frente a mí.

Estaba en el cuarto del hotel, frente al espejo, anudando mi corbata y de repente vi en el reflejo que estaba detrás mío. Debía lucir bien cuando me entregasen el premio que coronaba todos mis esfuerzos, toda la trayectoria como exitoso empresario que yo había recorrido, y que nadie más habría podido hacer. Al menos no sin ayuda.

Siempre supe el precio, pero nunca supe cuando sería el momento de pagar. Y a Él siempre le tienes que pagar.

1 comentario:

Soledad Castro dijo...

Me gustó.