jueves, abril 12, 2007

El Inquilino

Si lo ignoro lo suficiente, se va a ir.
Si no pienso en él, será como si no existiera.
Si me preocupo de otras cosas, no lo recordaré.

Ya me he acostumbrado a su presencia.
Con el tiempo lo he asumido como una parte mía.
Si no lo tuviera, sentiría que me falta una parte de mí.

Anoche lo sentí moverse.
Quizás fue mi imaginación.
Tal vez el momento está cerca.

Siento como se separa de mí.
Me desgarra las entrañas.
Queda un vacío en mi ser.

La criatura, una mezcla entre araña y langosta, se aleja sin mirar atrás.

6 comentarios:

Soledad Castro dijo...

¿Sueños de parto?

Carolina Castro Varela dijo...

oh, hace bastante q no pasaba x aquí, y hace bastante q un final no me descolocaba =S
saludos!

Juanjo dijo...

Para entender mejor a qué me refería con la historia, les recomiendo revisar esta página.

AleMamá dijo...

La ser madre que ha parido, queda una sensación extraña con la naturaleza de tu huésped.

Me gusta hacer historias con cien palabras, y tengo una que se llama: "sacar a mil", y la tengo en mi blog. Curiosa coincidencia ¿no?

Un gusto conocerte; vengo del blog de Ojo Humano.

Carolina Z. dijo...

Creo que da para una version 2.0

Juanjo dijo...

Caro:
Eso es una continuación o una reingeniería del cuento original?