Levantó la linterna, tratando sin éxito de que alumbrase un poco más en la espesa neblina. Sacó nuevamente el arrugado papel con las instrucciones. Estaba en el lugar correcto pero no encontraba nada. En medio del pantano, de noche, con frío y neblina, y no encontraba nada.
Comenzó a dar la vuelta, derrotado, cuando su pie se encontró con algo bajo el agua. Metió una mano y encontró un bulto envuelto en tela. Al tratar de levantarlo se dio cuenta que era muy pesado. Lo acercó a la linterna y vio que era un cadáver, y tenía el medallón.
jueves, julio 12, 2007
Una de piratas
Publicadas por Juanjo a las 11:59 p.m.
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