Hace tres semanas que no sabemos nada de él. La última vez que se le vio, vestía una polera blanca, pantalones azules y zapatos color café. Tenía el pelo largo y algo de barba, ambos color castaño. Se le veía perturbado, murmurando cosas sin sentido, y sonriendo sin razón, más nunca actuó violento. Algunas veces frecuentaba salones de pool, pichangas de barrio y hogares de ancianos, aunque nunca se quedaba mucho rato. No porta identificación ni reloj. A veces le cuesta entender lo que le dicen y pide que le expliquen nuevamente, como un niño. Responde al nombre de Dios.
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2 comentarios:
¿un nombre o un ser peculiar?
me ha agradado
yo una vez lo vi, y me dijo que volviera a casa, lugar desde donde ahora escribo, agradezco su consejo.
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