Estaba colgando de cabeza dentro de un estrecho compartimento lleno de agua. La camisa de fuerza y las esposas le agregaban algo de emoción al número.
Empezó a regurgitar la llave de las esposas mientras intentaba dislocarse el hombro. Logró desencajárselo justo cuando tenía la llave entre los dientes. Ahora le tocaba soltar los brazos para poder llegar a la boca. Cuando logró pasar la llave a sus manos se dio cuenta que el aire no le iba a alcanzar. Mientras abría las esposas sintió como el agua entraba a sus pulmones.
Despertó en su cama, desorientado, mojado y tiritando.
3 comentarios:
lástima q ese escape no siempe resulta...
Al principio me imaginé a un mago en apuros en pleno truco
Muy bueno, una pesadilla como corresponde.
Como el recordado mago Oli, en aquel show muy 80ero, el Festival de la Una, que tuvo un escape abortado.
Publicar un comentario