Comienzo a trepar y me cuesta. La base del tronco está totalmente desprovista de corteza.
Con algo de esfuerzo logro subir hasta la parte rugosa. Ahora cuesta menos subir.
A medida que se empiezan a adelgazar las ramas, empieza a aumentar el follaje y las espinas.
Al poco rato tengo los pies y manos ensangrentados.
La rama es delgada, me muevo con cuidado para no romperla.
Estiro mi mano y cojo la fruta. Es la única en el árbol y está madura. La acerco para oler su fragancia embriagadora.
Le doy una mordida y entiendo todo. Luego, no entiendo nada.
jueves, diciembre 13, 2007
El Árbol del Conocimiento
Publicadas por Juanjo a las 3:45 p.m.
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1 comentario:
yo tampoco entendí nada
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