jueves, diciembre 13, 2007

El Árbol del Conocimiento

Comienzo a trepar y me cuesta. La base del tronco está totalmente desprovista de corteza.
Con algo de esfuerzo logro subir hasta la parte rugosa. Ahora cuesta menos subir.
A medida que se empiezan a adelgazar las ramas, empieza a aumentar el follaje y las espinas.
Al poco rato tengo los pies y manos ensangrentados.
La rama es delgada, me muevo con cuidado para no romperla.
Estiro mi mano y cojo la fruta. Es la única en el árbol y está madura. La acerco para oler su fragancia embriagadora.
Le doy una mordida y entiendo todo. Luego, no entiendo nada.

1 comentario:

Soledad Castro dijo...

yo tampoco entendí nada