El reumatismo me ha empezado a molestar un poco.
Lentamente hago aseo y me preparo una taza de té.
Escucho balazos a la distancia.
Me asomo a la puerta y veo un joven desesperado.
Lo invito a pasar. Tiene una herida en la pierna.
Le ofrezco un poco de cognac, para que se tranquilice y el joven acepta.
Disuelvo un calmante en el vaso y se lo llevo.
Lo bebe y al poco rato se duerme. No se qué sentido tiene que le vende la herida.
Justo cuando termino de acomodarlo en la tina, tocan el timbre. Es la policía.
jueves, diciembre 27, 2007
Lado B
Publicadas por Juanjo a las 7:05 p.m.
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2 comentarios:
interesante...aún con el lado B escrito, queda mas aún para la imaginación.
Y mañana viene el Lado C, no se lo pierda.
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