jueves, marzo 13, 2008

Ausencia

Hoy no lo he sentido levantarse.
No sentí hervir el agua en la tetera.
No sentí el olor a tostadas.
No sentí esos pequeños pasos que van y vienen.
No sentí el murmullo casi ininteligible que emite cuando está contento.
No escuché los alaridos que profiere cuando está furioso.
No escuché las curiosas sugerencias que hace cuando me junto con mis amigos.
No escuché su agudo llanto durante las tardes melancólicas.
No escuché sus martilleos incesantes que me producían jaquecas.
Revisé con detención y lo que hallé me dejó pasmado. El hombrecito que vivía en mi cabeza se había ido.

2 comentarios:

Soledad Castro dijo...

¡Por favor, busca bien!
Ojalá no se haya ido el hombrecito, no quiero dejar de escuchar tu voz...

Carolina Z. dijo...

Tiene algo enternecedor, me imagine un cuento infantil, claro que tambien puede ser un efecto secundario de cuidar a Felipin :P