jueves, junio 28, 2007

La Primera Vez

Dicen que la primera vez es la peor. Es cierto.

Me subí al bus a eso de las tres de la tarde. Me senté en un asiento que daba al pasillo, al medio del bus.
Hacía mucho calor y no había aire acondicionado, la gente se quejaba y yo, como otros, sudaba profusamente.
A medida que avanzaba en su recorrido, subía más y más gente. Ví a una señora anciana, pero no quise ofrecerle el asiento. Me hice el dormido.
Abrí los ojos y esperé. Cuando estábamos frente a la escuela respiré hondo, apreté el botón y todo terminó.

jueves, junio 21, 2007

Concierto

Tenía la entrada pegada al espejo. La estuvo viendo toda la semana.
Ese día llegó más temprano del trabajo. Se tomó un café y se fue a duchar.
Se demoró en escoger la ropa, tenía que verse bien, pero que no pareciese muy estudiado.
En peinarse se demoró un poco más. Aplicarse el gel de forma correcta no era fácil.
Un amigo lo pasó a buscar temprano, para poder tener un buen lugar en la fila.
Lograron entrar dentro de las primeras cien personas, quedando a metros del escenario.
Mientras esperaba pensó "ojalá que este sí sea el último".

jueves, junio 14, 2007

El Llamado

Se mira en el espejo, como si la imagen reflejada le fuese ajena y sin dudarlo toma las tijeras y empieza a cortar. Sin vacilar, sin que le tiemblen las manos.
Cuando termina siente un enorme cansancio. Se aleja un poco del espejo, para poder tener una visión completa de su nuevo aspecto. "No está mal" piensa.
Se sienta y se toma el café, que ya está frío. Mira hacia la ventana, y se da cuenta que falta poco para que amanezca.
Apresuradamente pone sus cosas en orden. Mira su cuarto por última vez, como si se despidiera, y parte.

jueves, junio 07, 2007

La Legión

La legión romana avanzaba lentamente por el medio de la selva.
Finalmente, al cabo de tres semanas de incesante marcha, encontraron un lugar apropiado para fundar una ciudad.
La primera noche fue la peor. Nunca supieron qué fue lo que les atacaba.
A la mañana siguiente, la legión había quedado reducida a un tercio. Ese día se prepararon para enfrentar al enemigo.
Pasaron toda la noche esperando el ataque en vano. Cuando estaba a punto de amanecer, el enemigo se dejó caer nuevamente.
Esta vez lo alcanzaron a ver, eran miles de hombres con pieles de jaguar.
No quedó ninguno.