jueves, julio 19, 2007

Secretos Inconfesables

El hombre de negocios llega con su maletín en la mano. Saluda a la secretaria y entra a su oficina.
Envía memorándums, correos, cita a reuniones, asiste a reuniones, despide a una persona, entrevista dos más. Una mañana ocupada.
Llega la hora de almuerzo y como siempre cierra con llave la puerta de su oficina. Sus colegas solo pueden especular respecto a lo que hace ahí dentro. Algunos piensan que trabaja para la competencia. Otros piensan que duerme una siesta reparadora o que se encuentra en secreto con una amante. Pero lo que realmente hace es escribir novelas de amor.

jueves, julio 12, 2007

Una de piratas

Levantó la linterna, tratando sin éxito de que alumbrase un poco más en la espesa neblina. Sacó nuevamente el arrugado papel con las instrucciones. Estaba en el lugar correcto pero no encontraba nada. En medio del pantano, de noche, con frío y neblina, y no encontraba nada.
Comenzó a dar la vuelta, derrotado, cuando su pie se encontró con algo bajo el agua. Metió una mano y encontró un bulto envuelto en tela. Al tratar de levantarlo se dio cuenta que era muy pesado. Lo acercó a la linterna y vio que era un cadáver, y tenía el medallón.

jueves, julio 05, 2007

Tarde de Lluvia

Estoy sentado frente a una lavadora. Afuera llueve.
Cada cierto rato miro como gira mi ropa en la máquina. Para un lado y para otro.
No hay ningún otro cliente. Al fondo del local, la dependiente está planchando camisas.
El aire está húmedo y caluroso. La inactividad y el tedio me empiezan a vencer.
Despierto sobresaltado cuando alguien me toca el hombro. La dependiente me avisa que mi ciclo de lavado ha terminado y me ofrece fichas para la secadora.
Saco de la lavadora mi ropa, que aún está muy húmeda, y la cargo en la secadora.

Te extraño.