jueves, enero 05, 2006

Tarde

Se paró de la cama sin ningún decoro. Se estiró lánguidamente, dio un bostezo y
se fue a la cocina.
Por mientras me puse a mirar el cielo por la ventana. Un ejército de nubes
invadía el firmamento y un escalofrío recorría mi piel. Extrañé su calor y su
compañía. Recordé lo vacías que eran mis tardes sin ella. Encendí el televisor,
aunque se que eso a ella le molesta.
La vi aproximarse por el pasillo, con su habitual contoneo sensual. Entró a la
pieza, me miró con sus grandes ojos verdes hasta que yo también la miré, y
maulló.

2 comentarios:

Carolina Z. dijo...

uff!!... primero me sorprendio, leer sin llegar al remate de la historia, hace que se entienda cualquier cosa, bueno en realidad una cosa muy especifica, pero luego me escandalizo, pense que hablabas de tu señora, pero lo de los ojos verdes, me dejo helada, luego trate de recordar de que color eran sus ojos, y ahi casi me morí, no lo recordaba, cafés ?, tengo mala memoria pero esto era el colmo, mientras me debatia moralmente relei la historia...aaaa, hablabas del gato, yo lo conozco, PERO NO RECUERDO EL COLOR DE LOS OJOSSSS!!!
A PARTE DE ESO TERMINE METIDA EN ESTO DE LOS BLOGS, CON DIRECCION Y TODO, YO, LO PUEDES CREER, bueno dejando eso para otro momento, me gusto. es bueno ver o mas bien leer otras facetas de la gente, sobretodo la que uno conoce.

Juanjo dijo...

Pero las historias, claramente, tienen una cuota alta de ficción. Así que no te preocupes por el color de los ojos, todo bien :-)